PARRA II, ‘vaso de barro, bajo y ancho, con dos asas, para guardar miel, etc.’, origen incierto.

1.ª doc.: 1403, invent. arag.

En el cual se lee «una redoma de veyre... una parra de tierra; quatro ampollas...» (BRAE IV, 324). Aparece después en PAlc. (1505): «parra de barro: tabáyra, tabayrít»; es una de las raras palabras que Alcalá agregó a la nomenclatura de Nebr., luego cabría conjeturar que designara un recipiente usual en Andalucía; el mozár. tabáira lo define el propio PAlc. en otro pasaje como «orça, vaso de barro», hoy es ‘tinaja’ en Marruecos, «jarre; pot de terre à deux anses» en Argelia, y en Valencia designó una pieza de loza de Manises (BDC XXIV, 43). Los léxicos castellanos no recogieron parra hasta Aut., donde se define según indico arriba, sin aducir testimonios. El diminutivo parreta fué frecuente en Aragón, donde leemos «un picher d’estanyo; una parreta de tierra, obra de Çaragoça; un carraçon de tierra» en inventario de 1365 (BRAE IV, 342) y hay otros testimonios en inventarios de 1403 y 1406 (ibid. IV; III, 361). Fuera de esto sólo tengo noticia del vocablo en el portugués del Guadiana y del Algarbe «vasilha de barro, usada especialmente para guardar banha de porco e para aparar o alcool, ao sair do alambique» (Fig.; RL VII, 155). Parra significa ‘maceta, tiesto’ en el catalán del Ebro, me informan de Benissanet a propósito del Arrabal de aquel pueblo llamado de les Cantereries, donde se fabricaban jarros, botijos, parres, etc.

Nadie se ha interesado por la etimología, a no ser Baist (RH II, 205-7), quien emitió la conjetura de que fuese lo mismo que parra ‘emparrado’ y parrilla ‘utensilio de asar’: pero claro está que no existe la menor analogía de forma. V. ahora además Hubschmid, ZRPh. LXVI, 61-62. Puesto que se insiste en que la parra es de barro, podría haber relación con el cat. parrell ‘especie de tierra semejante al yeso, pero de color rojizo’ que he oído en El Lloà (Priorato) y que en Collbató designa un yeso cocido con que espolvorean la uva antes de pisarla (Ag.); en Castelldans recogí parrella en sentido análogo al primero, y en todo el Penedés es bien conocido parrell como nombre del yeso empleado para dar color clarete al vino local. Esto parece indicar que se trate de una ac. secundaria derivada de la de raïm parrell ‘variedad de uva’ [S. XIV], para el cual V. el artículo anterior. Luego esto no sirve para nuestro nombre de vasija.

Teniendo en cuenta que and. panarra ‘murciélago’, evidente deriv. de PENNA ‘ala’, parece ser un descendiente mozárabe de *PENNARIA (> *panaira > panarra), podría conjeturarse que parra, vivo en el Algarbe y el Bajo Guadiana, y al parecer andaluz en el S. XVI, sea también mozarabismo y proceda del céltico *PARIUM ‘caldero, perol’ (galés pair, irl. coir) de donde vienen no sólo el dim. perol y el primitivo oc. par, lionés y alto-it. per, sino también el cat. pér (con r pronunciada; a veces pérc; vid. ej. del S. XV en Ag.), hoy vivo en el Sur de la Selva (Ag., s. v. perch) y que he visto en masías del Montnegre, donde designa un cuezo de barro para la colada, empotrado en la pared. Parra podría venir del plural neutro *PARIA o de un femenino singular correspondiente. Claro está que esto es incierto.

DERIV.

Parral ‘vaso grande de barro’ [Aut.]. Parrilla ‘botija ancha de asiento y estrecha de boca’ [Aut.].